Dawn?



Todo estaba completamente oscuro. No había nada, solamente negro, negro como boca de lobo. Pero podía oír un ruido a lo lejos que resonaba en mis oídos en medio del silencio, era un ruido continuo. Mi cabeza daba vueltas, ¿dónde estaba? Recuerdo que... ugh, ¿qué recuerdo? Inútil, nada. La cabeza se me partiría en dos si seguía intentando.

Me puse de pie y miré a mi alrededor, mis ojos ya más acostumbrados. Pude ver algo moviéndose a lo lejos y caminé hacia él. Me sobresalté al sentir algo en mis pies, estaba frío y se movía hacia mí. Retrocedí, pero mi curiosidad pudo conmigo y me volví a acercar no mucho después. Ahí estaba de nuevo esa sensación, pero decidí mantenerme firme y noté que se alejaba. Fue entonces cuando caí en cuenta que lo que sentía era agua fría. ¿Pero, por qué se movía de esa manera? Jamás había visto algo semejante. Creo que esa pregunta no podría responderla de momento.

Por un segundo recordé que no había nadie a mi alrededor, no podía verlos o sentirlos. Completamente sola.

Fue entonces cuando vi que la luna aparecía entre las nubes. La luna... mi amada luna... ¿quién eres? ¿dónde estarás ahora? ¿Me estarás esperando aún? Por favor, espérame, no me dejes sola de nuevo.

Me giré, como esperando alguna señal y llamé. No recuerdo a quién o quienes llamé, pero llamé muchos nombres, esperaba una respuesta, una voz conocida, pero tuve el presentimiento que aunque les hubiera oído no sabría jamás si me respondieron quienes esperaba o no. Mi cabeza estaba vacía, no había nada en ella, vagas memorias que sabía que estaban allí pero no podía alcanzar, y mi corazón lleno de anhelos, cosas que deseaba pero que ni yo misma comprendía. Me sentí aún más sola al darme cuenta de ello y me acuclillé, abrazando mi cuerpo como si así pudiera hallar algún consuelo y lloré. Lloré amargamente. Lloré por no saber nada, lloré por estar sola, lloré por no comprender qué era lo que tanto anhelaba y lloré por no poder recordar ni siquiera un nombre, por estar tan vacía.

Mi boca se movió suplicante, pidiendo un deseo o llamando a alguien, no lo sé. Hasta el día de hoy recuerdo todo a la perfección, pero si hay algo que jamás volvió a mi memoria, fue lo que pronunciaron esos mudos labios aquella noche.

0 comentarios:

Publicar un comentario